Branding para tu negocio

El branding como estrategia empresarial

 

Es de vital importancia conocer la correcta denominación de los términos que rodean el concepto y desarrollo de este texto.

 

Podríamos definir el branding como la estrategia inteligente de la gestión de todos los elementos que conforman una marca y ayudan a su construcción y posicionamiento creando una promesa y experiencia relevante, distintiva y perdurable en el tiempo.

Designaremos como marca, el conjunto de elementos tangibles e intangibles que conforman tanto su identidad visual como su carácter, esencia y valores. Por último, nos referiremos al logotipo (del griego logos: palabra), cuando nos remitamos al símbolo fenotípico que identifica una marca. Del mismo modo denominaremos como imagotipo el símbolo identificativo de una marca compuesto por un conjunto de tipografía e imagen.

Realizadas las siguientes aclaraciones, procedemos al desarrollo del texto.

 

Posiblemente si le preguntásemos a un técnico informático cual es la principal diferencia entre Apple y Windows, nos podría detallar distintas características entre los dos sistemas operativos.

¿Pero, qué es lo que hizo realmente bien Steve Jobs que no supo hacer Bill Gates, para conseguir que su marca obtuviera el éxito que tiene actualmente?

Dejando a un lado los elementos técnicos y del sistema operativo, y sin querer entrar en polémicas de funcionamiento. Steve Jobs consiguió diferenciar su marca dotándola de valores intangibles y convirtió su target en fans, en hooligans de su empresa y sus productos.

 

Conseguir que tus consumidores se identifiquen con los atributos de la marca de tu empresa, es uno de los mayores retos a los que se enfrenta cualquier negocio o startup.

El capital de marca se mide en el valor que ésta pueda aportar, Apple tiene un capital de marca muy elevado porque ha conseguido transmitir su valor conectando con su público. Después de este ejemplo, es ilustrativo citar a Maslow y su teoría de las necesidades. Según el psicólogo humanista, si determinamos y estructuramos las necesidades humanas primordiales en forma de pirámide, el ser humano tiende a satisfacerlas de forma ascendente.

Es lógico pues, que las necesidades fisiológicas se encuentren en la base y las necesidades de autorrealización se encuentren en la cumbre. Justo debajo de las necesidades de autorrealización, se encuentran las necesidades de estima y reconocimiento. Esta franja, tiene que ver en cómo nos percibimos a nosotros mismos, en nuestra autoestima y en cómo queremos ser percibidos socialmente. Para ejemplificarlo, es el impulso que nos hace querer tener un BMW aunque la necesidad de movilidad la hubiésemos cubierto con un Dacia.

Justo en ese eslabón es donde debe enfocarse el branding, con la intención de que los usuarios reconozcan como propios y personales los atributos de una marca.

 

 

Resumidamente, el branding consiste en trazar una estrategia que defina nuestro valor, nuestro target, que defina como queremos ser percibidos. En definir un potente storytelling que envuelva de éxito y emoción nuestra marca. Consiste en crear una experiencia sensorial, emocionante, casi cercana al enamoramiento.