La importancia de la imagen corporativa en un negocio

La identidad corporativa y la imagen corporativa son cosas diferentes. La identidad está formada por un conjunto de valores, creencias y maneras de actuar que marcan el comportamiento de una organización. El concepto de identidad en la empresa es semejante al sentido que tiene la identidad en el individuo. Así como en un individuo su familia, su religión la ciudad donde ha vivido, la educación que ha recibido, sus experiencias, son factores que, sin duda quedan grabados en su personalidad, también la identidad de las empresas está marcada por una serie de factores como son su filosofía, su orientación, su historia, su gente, la personalidad de sus líderes, sus valores éticos y sus estrategias. Mientras que la identidad es un concepto que pertenece al público. La imagen corporativa se forma como resultado acumulativo de todos los mensajes que emite la empresa.

 

La palabra identidad procede del latín ídem (lo mismo). Probablemente asociado con identidem (una y otra vez) Y es que una de las características de la imagen es que se construye al impactar una y otra vez.

 

Nuestra identidad transmite información a los que tenemos a nuestro alrededor. Y la impresión que ¡causamos es lo que llamamos imagen.

 

Mucha gente cree que la identidad corporativa es un simple eslogan, un montón de logos, símbolos, colores, tipografías, y muebles de oficina. Y lo es. Pero también es muchas cosas más. La identidad de una empresa es: su razón de ser, sus objetivos primordiales, sus raíces, su fuerza y su debilidad. Abarca desde sus inicios, hasta el último contacto comunicacional que haya tenido con su público. Poseer una imagen positiva es uno de los intangibles más importantes de una empresa. Una compañía con una fuerte identidad tiene una base sólida sobre la que se podrá construir su comunicación publicitaria y comercial, multiplicando su poder y fortaleciendo la imagen de marca indispensable para asegurar su existencia. Todo lo relativo a la empresa ha de servir para reafirmar su identidad.

 

Todos los mensajes que emite la empresa nos han de llevar coherentemente hacia el mismo objetivo estratégico.

Para ello, es imprescindible formular en primer lugar la identidad corporativa, definiendo no sólo lo que es la empresa sino también lo que quiere ser y cómo quiere ser percibida.

 

El diseño de identidad visual ha de definir y materializar la identidad de la empresa. El manual de identidad corporativa permitirá a la empresa una acción sostenida a largo plazo, independientemente de las personas que gestionen la empresa en cada momento. Para hacer las cosas bien la identidad debe llegar primero a empleados y accionistas y luego a clientes y futuros clientes de la compañía.

 

Las marcas tienen valor porque añaden valor a las empresas que las poseen y, sobretodo, a los clientes que las adquieren. Las marcas se han convertido en un signo de identificación social y han adquirido el rol que solían monopolizar los objetos de lujo, solo al alcance de unos pocos.

 

Las marcas tienen tanta fuerza porque son una garantía y sobre todo una emoción. Los productos son racionales pero las marcas son irracionales. La marca es sólo una idea en la mente de los compradores.

 

Nada sustituye un buen producto, pero el producto es mucho más que el bien en sí mismo.

 

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